Una vez que el manuscrito está editado y listo para convertirse en un libro interviene la labor del diseñador, quien se encarga entre otras cosas de determinar las características del libro, además de otros aspectos importantes en cuanto a la forma, como son las medidas de las páginas, el tamaño de la letra, los márgenes, la ubicación de títulos y números de página, las ilustraciones o tablas, el tipo de papel, así como la encuadernación.
De acuerdo con Datus C. Smith, en el capítulo “Diseño del libro” del libro Guía para la publicación de libros, uno de los principales objetivos del diseñador es lograr que un libro sea atractivo para los lectores, así como proyectar las ideas del autor y del ilustrador, uno de los requisitos fundamentales es que el diseño de la portada del libro tiene que ir acorde con el tema de éste.
Para el diseño de un libro se deben tener en cuenta diversas consideraciones, en primer lugar se parte de la cantidad de letras del manuscrito, es decir el número total de caracteres, esto con la finalidad de pensar en el tamaño de las letras, páginas, los márgenes, así como las ilustraciones, portada e índices.
En caso de la publicación requiera de tablas, ilustraciones o mapas, deben ir acompañados de instrucciones indicando el tipo de letra que se requiera usar y el lugar en donde deben ir ubicadas.
La portada, el forro exterior, así como la página que inicia cada capítulo permiten al diseñador explotar su talento creativo; a través de la creación de una portada impactante y apropiada de acuerdo al contenido del libro el diseñador puede atraer al lector, pues puede despertar su interés por medio de ésta, de tal forma que el diseño del forro puede ser un factor determinante para el éxito o fracaso de un libro.
La labor del diseñador también consiste en decidir la composición tipográfica, es decir la técnica con la que serán compuestas las palabras, ya sea con máquina de escribir, por medio de computadores o dibujando letra por letra.
Así como el tipo de impresión, para ésta se toma en cuenta si el libro contiene o no ilustraciones, pues esto determinará el tipo de papel, así como si será a color o a una sola tinta, la tipografía empleada o la calidad requerida.
En cuanto a la encuadernación se consideran los aspectos comerciales: los costos de producción, el precio al público y de promoción, es importante que tomen en cuenta los precios y el público al que vaya dirigido el libro, pues esto determinará si se requieren reducir los costos o no.
Bibliografía
Datus C. Smith “6. Diseño del libro", en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.
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