viernes, 18 de febrero de 2011

Los libros en números

En muchas ocasiones, los lectores asistimos a una librería, preguntamos por un libro, lo compramos, nos quejamos, o bien agradecemos el precio por poder llevarlo a casa, sin embargo, puede que no nos pongamos a pensar cómo se determina su costo.


Según Datus C. Smith, en Guía para la publicación de libros, uno de los aspectos fundamentales para que la publicación de un libro sea una realidad es el aspecto financiero y es una cuestión que el editor tiene que tener presente dentro de su ya importante labor, pues debe calcular el precio fijo de una obra, cantidad que debe incluir los gastos que conlleva su realización.

Como todo negocio, si así se le puede decir a la labor de publicar un libro, se debe estimar los costos que implica, incluyendo los pagos a la imprenta, de comercialización, pago de derechos de autor, de promoción, entre otros.

Muchas veces se tiene una idea errónea para calcular los ingresos totales por la venta de los libros, se parte de multiplicar el número del tiraje por el precio de la obra, pero la fórmula no es tan sencilla, pues intervienen otros aspectos, como el precio al público, la cantidad de ejemplares vendidos, los descuentos a las librerías y los costos por la comercialización.

De nuevo, la labor del editor juega un papel importante, pues éste tiene que tener la capacidad para estirar las cantidades, disminuir los precios del libro y obtener las mayores ganancias, teniendo en cuenta una de las claves básicas: el hecho de aumentar la cantidad de ejemplares reducirá los costos por unidad, aunque el tiempo en que éstos se vendan es relativo.


Bibliografía
Datus C. Smith “Proceso de publicación de un libro. Aspectos financieros",  en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.

miércoles, 16 de febrero de 2011

¿Cómo un libro llega a tus manos?

La receta no es fácil, el proceso entre la producción de un libro y el momento en que éste llega a manos de usted, amable lector, hay un esfuerzo conjunto, en donde cada miembro que interviene en la creación de éste desempeña un papel específico y su labor es indispensable, ya sea la del editor, autor, vendedor o impresor.

Para que un libro sea una realidad, de acuerdo con lo planteado por Datus Smith en Guía para la publicación de libros,  en primer lugar se requiere del autor, un individuo que desee comunicar sus ideas a través de un texto.

Estas ideas llegan a las manos del editor, cuya labor es de suma importancia, en él recae la responsabilidad de recibir el manuscrito del autor, hacer las correcciones pertinentes, llevarlo con el impresor  y posteriormente distribuir los manuscritos en librerías, para que estén al alcance de lectores.

También interviene el impresor, quién hace la composición tipográfica, encuadra la edición y devuelve la obra ya impresa al editor. 

Una vez que el libro ha sido impreso, éste llega al penúltimo eslabón de la cadena, a las manos del vendedor, quién pone al alcance de los lectores las obras e intenta mantener un surtido de libros para que se adapten a los intereses de éstos.


Y es así como los libros aguardan en las librerías, o bibliotecas, esperando caer en el último eslabón de la cadena, los lectores, cuya única función es leer y disfrutar de su contenido.







Bibliografía
Datus C. Smith, "Guía para la publicación de libros" y "Socios en el mundo de los libros", en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.

jueves, 10 de febrero de 2011

A tan sólo un click de lo digital


El desarrollo tecnológico ha avanzado a pasos agigantados, estamos en una época en la que cada vez es más fácil acceder a la red y en donde las prácticas de escritura y comunicación están cambiando con el desarrollo de la tecnología.

De acuerdo con Daniel Cassany, en el texto "De lo analógico a lo digital. El futuro de la enseñanza a la composición" del desarrollo del habla en los seres humanos se derivan diversos hechos de suma importancia para la humanidad, como es la escritura, años más tarde la invención de tecnologías del habla y medios de comunicación y posteriormente un desarrollo tecnológico cada vez mayor, que ha transformado y facilitado nuestras actividades.

Y es que el soporte digital ha permitido cosas que en épocas anteriores serían inimaginables, como es el hecho de conversar instantáneamente con personas que se encuentran al otro lado del mundo, crear comunidades virtuales sin la necesidad de trasladarse de algún lugar a otro o el simple hecho de estar a tan sólo un click de mandar un correo electrónico.

Si bien los soportes analógicos todavía son de suma importancia en la actualidad, como es el caso de los libros, las revistas o el papel, lo digital ha ido cobrando importancia en las sociedades y ha ido expandiéndose paulatinamente transformando y facilitando la vida y actividades de los seres humanos.

En cuanto a lo discursivo, el soporte digital ha roto la linealidad de los discursos a través del desarrollo de la hipertextualidad, desplazando el clásico texto unidireccional, ahora es posible acceder a gran cantidad de información y se han desarrollado herramientas que cada día hacen más fácil la tarea de escribir un texto.

Sin embargo, aún quedan algunos pendientes en el camino, muchos países no cuentan con la infraestructura suficiente para que toda su población tenga acceso a Internet o computadoras, por ejemplo, aunado a esto hace falta alfabetización digital, es decir, proveer a los individuos de las habilidades necesarias para acceder y familiarizarse con este entorno digital que poco a poco ha transformado nuestras vidas.

Bibliografía: 
Daniel Cassany, "De lo analógico a lo digital. El futuro de la enseñanza de la composición" en Revista Latinoamericana de Lectura, año 21, junio de 2000, núm. 2, pág. 11. 

jueves, 3 de febrero de 2011

Elogio (innecesario) de los libros

En el texto titulado Elogio (innecesario) de los libros, ponencia presentada durante el Congreso Nacional de Lectura en 2004, Carlos Monsiváis hace una relación sobre cómo la globalización afecta el proceso de lectura, destacando las consecuencias de las industrias culturales norteamericanas que dictan a la población qué leer, tal es el caso de los betsellers o los libros de superación personal, obras que en muchas ocasiones se encuentran en las listas de los libros más vendidos.

Asimismo, Monsiváis plantea diversos beneficios de la lectura: nos lleva a imaginar otros escenarios, además que enriquece el lenguaje, pues introduce nuevos términos que pueden ser desconocidos, es una puerta al conocimiento. 

El gobierno ha implementado diversas campañas con el fin de promover la lectura entre la población, tal es el caso del programa "Para leer de boleto en el Metro" promovido por el gobierno capitalino o el  de la Secretaría de Educación Pública que busca fomentar que los niños lean diariamente durante 10 minutos, sin embargo el autor destaca algo muy interesante, los gobernantes no acostumbran leer debido, entre otras cosas, a la falta de tiempo.

Otro de los puntos fundamentales de la lectura es el relacionado con la educación en México,  por un lado subraya la incapacidad de las escuelas para actualizar los métodos de enseñanza, aunado a esto se encuentra la deserción escolar, así como el creer que un título universitario es garantía de una vida plena y con comodidades e incluso el crecimiento desmedido de estudiantes matriculados a ciertas carreras y los pocos campos de trabajo.

Una de las cuestiones fundamentales, tanto para la sociedad mexicana, como para los gobernantes es ¿Qué hacer para fomentar la lectura en la población? ¿Sólo es cuestión de reducir precios de libros, regalarlos en el metro o abrir muchas más bibliotecas para que la gente tenga acceso a éstos? Si bien estos aspectos son importantes, además de la implementación de programas por parte del gobierno, desde mi punto de vista también es fundamental  fomentar el amor por la lectura, el cual es un reto difícil, pues  es un proceso que lleva tiempo y es responsabilidad de todos.




Carlos Monsiváis: Elogio (innecesario) de los libros. Ponencia presentada en el 6o Congreso Nacional de Lectura, 2004, Fundalectura, Colombia.