miércoles, 2 de noviembre de 2011

Un lugar para las fotografías.


El Centro de la Imagen es un espacio, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, que fue creado para la investigación y promoción de la fotografía, además de fomentar la discusión en torno al lenguaje, así como a la producción de imágenes. 

Este espacio, fundado en 1994, pertenece al Centro Nacional de las Artes, CNA, que a su vez depende del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, CONACULTA. Siendo una de sus actividades principales la conservación de las fotografías, para tal fin cuenta con un acervo el cual está dividido en dos formatos: papel y diapositivas. Dicha colección puede ser consultada tanto por investigadores, como por estudiantes. 

No obstante, las actividades de este espacio no sólo están encaminadas a la conservación de las fotografías, también abarcan otros ámbitos: el editorial, a través de una publicación llamada Luna córnea, el educativo, impartiendo el Seminario de Fotografía Contemporánea, la investigación y exposiciones. 

Asimismo, el Centro de la Imagen organiza el festival de fotografía Fotoseptiembre. Se trata, pues, de un evento que tiene como finalidad apoyar la difusión de fotografías a lo largo del país. Fue creado en 1993 y, de acuerdo con información del Centro de la Imagen, se logra gracias a la participación de fotógrafos, artistas, así como de instituciones culturales nacionales e internacionales. 


De tal forma que Fotoseptiembre es una de los eventos más importantes organizados por el Centro de la Imagen, ya que cubre todo el país y sirve para la difusión del trabajo fotográfico de los participantes en el ámbito nacional e internacional. En éste participan estudiantes, fotógrafos y las sedes bien pueden ser museos con gran reconocimiento o pequeños espacios culturales en las diversas ciudades del país.


Por otra parte, actualmente se presenta en el Centro de la Imagen la exposición llamada “Brasil-México: Zonas de experiencia”. Ésta incluye 150 fotografías de Maureen Bisilliat, fotógrafa de origen brasileño, además de material audiovisual, trabajo que fue realizado entre 1950 y 1980 en diversas partes de Brasil.


domingo, 8 de mayo de 2011

Para promocionar un libro

De acuerdo con Datus C. Smith, en el capítulo “Promoción: hacer que la gente desee comprar el libro” en Guía para la publicación de libros, el término promoción se refiere a todos los métodos que la editorial emplea para dar a conocer una obra y que la gente desee comprarla.

Es importante que la editorial destine un fondo para la promoción inicial, el cual puede ser el 10% de las ventas estimadas de la primera edición, y se sugiere no gastar más mientras que el libro no muestre evidencias de haber gustado y que las ventas rebasen la primera edición.

Existen diversos tipos de promoción, a continuación se explican los usados con mayor frecuencia, cada uno de estos puede ser útil para un libro en particular:

Forro o camisa: Sirve como un gancho visual, a través del diseño, que debe ser acorde con el contenido, el lector podría sentirse atraído y tener curiosidad para saber más sobre el libro,  información sobre el autor y opiniones de críticos calificados pueden aparecer en el forro.

Ejemplares para reseña: es la manera más efectiva y económica para la promoción, los libros deben ser enviados a periódicos, columnistas y comentaristas, que pueden aportar sugerencias sobre el libro.

Copias para presentación: es una manera de publicidad gratuita que consiste en enviar ejemplares con una nota del autor o editor, solicitando el punto de vista de personas con autoridad en el tema y reconocidas por la gente.

Anuncios del editor: son avisos sobre la próxima publicación de un libro, indicando la fecha, precio y descuento, por lo que es una manera de inducir a los libreros a hacer sus pedidos. Generalmente las editoriales publican un catálogo comercial, al menos dos veces al año, que incluye un alista de los títulos que están por publicarse.

Visitas al representante de ventas: los agentes de ventas visitan librerías, escuelas y bibliotecas, que son los clientes potenciales de las editoriales.

Espacios publicitarios: incluye la contratación de espacios en periódicos o revistas para colocar anuncios de libros, este tipo de promoción no es útil para todos los libros. Las grandes editoriales tienen un departamento de publicidad que se encarga de contratar directamente los anuncios o lo hacen por medio de una agencia de publicidad.

Anuncios por correo: usados con mayor frecuencia en países en vías de desarrollo, representan una buena medida para atraer compradores de libros de amplia distribución y aquellos destinados a un público específico.
Radio y televisión: los ponentes, comentaristas y críticos de libros en medios contribuyen a que los espectadores y radioescuchas deseen comprar el libro, sin embargo en pocas ocasiones los libros son promocionados por estos medios.

Carteles: usualmente reproducen la portada del libro y se encuentran en las librerías u otros lugares estratégicos.

Exposiciones: para muchas editoriales son una importante forma de promoción cuando se promocionan un conjunto de títulos. La selección de los libros varía de acuerdo con el tipo de público que se espera, entre las desventajas es el hecho de recoger y empacar todos los libros y los gastos que implica el traslado y empaquetado, un ejemplo son las ferias de libros.

Premios: es una buena alternativa para promocionar de manera gratuita algunos títulos, se hace a través de premios que otorgan algunas organizaciones, como el Premio Nobel, e incluso los organizados por la misma editorial, como el Premio Alfaguara de Novela.

Publicación en revistas: algunos fragmentos de libros pueden ser publicados en revistas antes de su aparición, lo cual es una alternativa para atraer lectores.

Presentaciones del autor: cuando el autor tiene cierto reconocimiento entre el público se puede recurrir a entrevistas, conferencias o incluso firma de libros.

Promoción de libros en conjunto: en el caso de editoriales que son relativamente nuevas y tienen pocos libros impresos es fácil, y a la vez costoso, promocionar cada libro. Pero cuando el catálogo de libros va aumentando es necesario promoverlos en conjunto, una alternativa es promover mediante anuncios o folletos una docena de libros que traten la misma temática y los costos se reducen.

Independientemente de las formas utilizadas para la promoción de un libro, un gerente de promoción debe poseer imaginación y sentido de la oportunidad, además de poseer olfato para saber cuando un libro puede convertirse en un betseller; si un texto demuestra ser viable en términos comerciales, la editorial debe invertir más en su promoción y suspender el apoyo de los que no se venden.

Bibliografía
Datus C. Smith “9. Promoción: hacer que la gente desee comprar el libro",  en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.

Y una vez que el libro está impreso ¿ahora qué?

Después de que el manuscrito ha pasado por las manos del autor, editor, ilustrador, corrector de estilo, diseñador e impresor, finalmente es un libro impreso y encuadernado, está listo para ser entregado a los lectores, sin embargo, después de este largo proceso ahora viene la última prueba la comercialización, que además de la venta, que los libros lleguen a los lectores.

Datus C. Smith, en el capítulo "La venta de libros" en Guía para la publicación de libros, señala que el departamento de ventas bien podría llamarse de distribución, pues juega un papel importante en todas las editoriales, al ser el encargado de reunir los recursos necesarios para la venta o simplemente para distribuir los libros con fines educativos y de conocimiento y la labor de éste no debe ser vista únicamente con fines económicos, sino también como proveedor de necesidades sociales.

Las formas para la comercialización de un libro de acuerdo a los clientes se dividen en cuatro principales:
  • Clientes individuales: la editorial vende de manera directa el libro al comprador, ya sea por medio de promoción por correo, librería de la propia editorial, sistema de suscripción o de distribución masiva.
  • Instituciones: los clientes más importantes son bibliotecas, escuelas, campañas de alfabetización, etcétera.
  • Vendedores al menudeo: venden a los lectores  libros por unidad, cuentan con gran variedad de títulos de diferentes editoriales, pueden ser librerías, clubes de libros, compañías que venden libros por suscripción, entre otros.
  •  Vendedores por mayoreo: son intermediarios entre editoriales y vendedores al menudeo, como librerías, quienes hacen llegar el libro al lector.

Obstáculos para la venta de un libro:
La exportación puede estar en contacto con todo tipo de ventas: instituciones, mayoristas, etc, sin embargo genera muchos problemas por lo que muchas editoriales prefieren no intervenir en este ámbito y lo dejan en manos de los intermediarios, quienes pueden costear gastos de viaje.

Diferencia idiomática: para leer un libro es necesario que el lector entienda el idioma en que está escrito, lo cual puede ser un impedimento para exportar libros de otros países. El inglés tiene muchos hablantes en el mundo, lo que representa una buena oportunidad para las editoriales que publican libros en dicho idioma. 

Obstáculos políticos: la circulación de libros generalmente es dificultada por cuestiones políticas ya sea de parte del país exportador o importador, una solución que se usa a menudo es que un tercer país intervenga como intermediario.

Censura: la prohibición de algunos títulos debido a cuestiones políticas, religiosas o morales, también es un obstáculo para la libre circulación de libros. En México títulos como La sombra del caudillo han sido censurados.

Factores económicos: incluyen problemas con los permisos de importación, problemas para la obtención de divisas, diferencias en el tipo de cambio que elevan los costos del libro, tarifas e impuestos de importación, costos de envío y el tiempo entre el pedido y la entrega.

Para que un libro sea vendido debe pasar por tres pasos fundamentales:
  1.  Promoción: su objetivo es que los clientes conozcan la existencia de un libro y se convenzan de comprarlo.
  2. Obtener pedidos: se requiere convencer a la gente para hacer pedidos, este paso involucra a representantes de ventas que visitan  diversos lugares con la finalidad de mostrar nuevos títulos a librerías, bibliotecas, escuelas y promover su compra
  3.  Preparación y venta de pedidos: es uno de los trabajos con mayor peso en la editorial, consiste en empacar y enviar los libros solicitados, además de hacer la factura correspondiente a la compra. 

International Standard Book  Number, mejor conocido como ISBN: Es una medida de gran utilidad tanto para libreros, bibliotecarios y editoriales, pues permite identificar un libro con absoluta seguridad, consta de 10 dígitos, el primero corresponde al idioma y los que restan a la editorial y título.

Por último, el autor señala la importancia de mantener una labor de equipo en la editorial, lo que se dificulta en las empresas más grandes, debido a la cantidad de departamentos, sin embargo es fundamental la cooperación entre todos con la finalidad de alcanzar el éxito.

Bibliografía
Datus C. Smith “8. La venta de libros",  en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.

miércoles, 27 de abril de 2011

Para imprimir y encuadernar un libro

Una vez que el manuscrito está listo para ser impreso y ha pasado por las manos del corrector de estilo, editor y diseñador, llega con los impresores, quienes a través de la maquinaria neceseria logran la materialización del manuscrito, siendo uno de los últimos eslabones para que el libro esté listo y pueda llegar a los lectores.

De acuerdo con Datus C Smith, en el capítulo titulado “Producción del libro: impresión y encuadernación” en Guía para la publicación de libros, para la imprenta el contenido del libro no es determinante, al contrario de otros aspectos como los costos,  la calidad del papel o el tipo de impresión.

En el proceso de la manufactura de un libro intervienen tres procesos básicos: la composición que implica el hecho de arreglar y acomodar las palabras que serán reproducidas; la impresión y por último la encuadernación, la cual consiste en doblar, ordenar y sujetar las hojas impresas para dar lugar al libro.

En cuanto a la composición, existen diversas formas como la manual que es un método muy económico, pues resulta muy barato capacitar a un tipógrafo manual que a alguien que opere una máquina completa, se logra una mayor precisión que no se puede lograr con una máquina y se puede aumentar la producción con más tipógrafos, sin embargo es un método muy lento y los tipos usados se desgastan muy rápido.

Además del monotipo que consiste en el empleo de piezas de metal para cada letra; el linotipo e intertipo son máquinas que producen líneas completas de letras y no tipos individuales; la fotocomposición a través de un sistema electrónico las máquinas reproducen la imagen de los caracteres en una película o negativo; y el desktop publishing.

La impresión es la aplicación de tinta a papel, existen diversos procesos para que esto se lleve a cabo, todos tienen características diferentes, pero se deberá tomar en cuenta el número de ejemplares deseados, el costo, la maquinaria y la calidad, estos factores son importantes para elegir entre la impresión letterpress o con tipos metálicos donde la tinta se aplica a cada uno de estos; la litográfica que emplea una placa plana; impresión sin presión usada para libros de poca demanda; serigrafía y por último las prensas especiales.

Después de que el libro ha sido impreso, el paso a seguir es la encuadernación, proceso que consiste en el doblado, que puede ser manual o con una máquina, y el acomodo de las hojas dobladas dándole un orden al libro para que posteriormente éstas sean unidas y sujetadas.

Existen diversas formas para unir las hojas, puede ser por medio de una grapa, coser las hojas en caso de un libro grueso o por medio de pegamento. 

Tipos de encuadernación:
La americana, en esta las hojas son prensadas y se les pone un pegamento especial, que es capaz de resistir diversos climas, generalmente es usada en libros de bolsillo.

Encuadernación rústica: es una forma intermedia entre usar hilo o pegamento para sujetar las hojas, éstas son refiladas de tres lados, en la parte del lomo se hacen perforaciones, en las cuales el pegamento es prensado y así se unen las hojas. Esta forma resulta una buena opción para obtener libros más duraderos y fáciles de hojear, además el proceso es resistente y barato siendo el adecuado para libros de texto.

Impresión de forros: No corresponde a la encuadernación, sin embargo se relaciona con este proceso, según el autor es importante planear tanto el diseño, la impresión y los materiales necesarios para que un forro sea atractivo para así promover la venta del libro, sin que, necesarimanete, sea costoso.

En cuanto al papel existe una gran variedad de tipos que pueden ser utilizados en la impresión de libros, es importante que el editor los conozca, por lo menos los principales, para saber cuáles se pueden emplear para una impresión adecuada. 


Bibliografía
Datus C. Smith “7. Producción del libro: impresión y encuadernación",  en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.

sábado, 23 de abril de 2011

El libro por dentro y por fuera

Roberto Zavala Ruiz en El libro y sus orillas enumera las partes de un libro:

  • Cubierta o primera de forros: Incluye el nombre del autor; título;  subtitulo; el volumen o el tomo; el nombre de la colección, si es que el libro pertenece a alguna; así como el nombre de la editorial.
  • Segunda de forros: Generalmente va en blanco, aunque en algunas ocasiones incluye la biografía del autor o sus obras.
  • Páginas falsas: Mejor conocidas como páginas de cortesía suelen ir en blanco y corresponden a las páginas 1 y 2.
  • Falsa portada o portadilla: Es la tercera página y en ella se indica el nombre del libro.
  • Contraportada: Generalmente aparece en blanco o se aprovecha para poner el nombre del traductor, ilustrador o el de la colección, si es el caso.
  • Portada: Incluye el título de la obra y el subtitulo, en caso de haber; el nombre de la editorial; lugar donde la editorial está ubicada; además puede incluir el año de la publicación.
  • Página legal: contiene todos los datos que por ley debe llevar un libro, como los derechos de autor, la fecha de publicación, la editorial y su domicilio, el ISBN, el lugar de impresión.
  • Dedicatoria o epígrafe: se refiere a los agradecimientos que hace el autor.
  • Índice: corresponde a la lista de los apartados del contenido del libro, en México suele ir atrás, sin embargo Roberto Zavala Ruiz señala que es más cómodo ubicarlo al principio, pues permite al lector saber qué temas trata el libro.
  • Texto: siempre debe empezar en página impar, constituye el cuerpo de libro, puede contener ilustraciones, tablas, fotografías, mapas, etc.
  • Tercera de forros: Generalmente va en blanco, sin embargo algunas editoriales las ocupan con fines publicitarios, al poner títulos de alguna colección.
  • Contraportada o cuarta de forros: Las editoriales suelen ocupar este espacio para poner una presentación del libro, críticas o el currículum del autor.

Después del texto, el libro puede incluir diversos elementos como: apéndices; material gráfico; notas; bibliografía; glosario; índice analítico; índice general: colofón que incluye el nombre y la dirección del impresor, la fecha en que terminó de imprimirse, el tiraje, así como el lugar donde está ubicado el taller donde se hizo la composición tipográfica.

En cuanto a los capítulos de libros estos siempre deben comenzar en páginas impares, pero si son muchos y de poca extensión estos pueden iniciar en páginas pares.


Tamaño del libro
Las proporciones del libro dependen de las medidas del papel, actualmente el tamaño se determina doblando una hoja completa hasta obtener el tamaño necesario, de tal forma  que si al desdoblarla se obtienen ocho rectángulos, u octavos, equivale a 16 páginas.

De acuerdo con Ruiz Zavala para la impresión de un libro se debe tomar en cuenta la calidad del papel, para ello se debe considerar el contenido de éste, pues dependerá si sólo es texto o también contiene ilustraciones, además también intervienen diversos factores como el tamaño, textura, peso, calidad  y el color del papel.

Lo que conviene saber
En el mundo editorial se manejan diversos términos “técnicos” con los cuales muchos lectores no estamos familiarizados, por ejemplo la caja o mancha es el nombre que se le da a la parte que está impresa en la plana, su tamaño  es medido en picas o cíceros.

Los folios o números de página, generalmente suelen colocarse en la cabeza o en la parte inferior del texto, se acostumbra que el cuerpo de los folios sea dos puntos menor que el del texto, es decir, para un cuerpo de 10 puntos se usan folios de 8, pero también se usa que ambos vayan del mismo tamaño.

En cuanto a los márgenes
Otros elementos que deben tomarse en cuenta son los márgenes, son cuatro los que integran una página: superior o de cabeza; inferior, de pie o falda; exterior o de corte; inferior, de lomo o medianil.


El término colgado o descolgado se refiere al espacio en blanco que se deja al iniciar un capítulo, algunas editoriales acostumbran dejar un espacio en blanco entre el título y la primera línea del texto.

Sin embargo, el autor plantea que, algunos editores tienen la idea errónea de que si suprimen algunos espacios en blanco y reducen los márgenes ahorrarán una gran cantidad de papel, sin embargo esto dificulta la lectura.

La sangría es otro blanco con el que inicia la primera línea de los párrafos, existen distintos tipos, pero la elección de esta depende del estilo tipográfico de las editoriales. Además de estos, también se dejan otros blancos a lo largo del libro, por ejemplo en el caso de los subtitulos.

Existen tres tipos de párrafos:
El normal es el más usado, consiste en un bloque de líneas en donde la primera se sangra.

En cuanto al francés es lo inverso al normal, pues se sangran todas las líneas a excepción de la primera, generalmente es usada para índices especiales, glosarios o ennumeraciones.

El párrafo moderno o americano es el menos usado en los libros, pues no se dejan espacios en blancos, lo cual dificulta la lectura, aunque es empleado para epígrafes o sumarios.

Bibliografía
Zavala, Ruiz Roberto, El libro y sus orillas, UNAM, México, 2003.

sábado, 9 de abril de 2011

Proyecto editorial

1. Nombre.
El nombre de la publicación debe tener relación con el concepto de la publicación.
Camarada 35 es el nombre tentativo de nuestra publicación. Estamos en la espera de probar nuevas propuestas.
2. Concepto editorial de la publicación.
¿Qué hace que nuestra publicación sea diferente?
¿Cuál es el hueco en contenido o tratamiento de información que pretende cubrir?
Ensayar diversas rutas para ver al cine como arte es nuestra premisa editorial. Queremos abrir interrogantes, mediante un lenguaje desenfadado, antes que imponer “verdades” indiscutibles sobre la esencia de la pantalla grande. Y, a propósito de que el lenguaje cinematográfico conjuga otros códigos como la literatura o la música, no queremos dejar pasar la oportunidad de acercarnos a nuestro tema base desde tales aristas.
3. Funciones y tareas a desempeñar.
Todos los miembros de los equipos colaborarán en el desarrollo de los contenidos, pero es importante acordar quién realiza la corrección de estilo, el diseño, discutir la pertinencia o no de un trabajo periodístico.
Los seis miembros del equipo participaremos como redactores en alguna de las secciones de la revista. Para corregir y/o revisar los textos definimos que cada integrante tendrá el compromiso de verificar minuciosamente el texto de otro integrante. De tal manera, se formará una cadena en que todos revisaremos y seremos revisados.
Nuestros pendientes son, sin embargo, el diseño y la ilustración de la revista.
4. Definición de secciones, definición de estilo editorial para los contenidos.
Cuántas secciones considera nuestra revista y cuáles son; qué estilo adoptará la revista: serio y profundo, ligero e innovador.
1. Cine y política
2. Producciones mexicanas
3. Cine de autor
4. El cine como arte contemporáneo
5. Música y cine
6. Sección gráfica: secuencias de algún filme
7. Cine y literatura
8. Cartelera (incluye cine no comercial)
9. Documental/Cine experimental/ cortometraje
10. El cine en su historia
11. Reportaje de profundidad (tema central).
5. Público meta.
Es importante su definición, pues de ella depende la selección de los canales de distribución, anunciantes, estilo editorial de los contenidos, el diseño y las características técnicas  de producción.
Jóvenes y adultos de entre 25 y 35 años (nivel C y C+) que estén interesados en el cine.

Diseño de libros: arte por dentro y por fuera

Una vez que el manuscrito está editado y listo para convertirse en un libro interviene la labor del diseñador, quien se encarga entre otras cosas de determinar las características del libro, además de otros aspectos importantes en cuanto a la forma, como son las medidas de las páginas, el tamaño de la letra, los márgenes, la ubicación de títulos y números de página, las ilustraciones o tablas, el tipo de papel, así como la encuadernación.

De acuerdo con Datus C. Smith, en el capítulo “Diseño del libro” del libro Guía para la publicación de libros, uno de los principales objetivos del diseñador es lograr que un libro sea atractivo para los lectores, así como proyectar las ideas del autor y del ilustrador, uno de los requisitos fundamentales es que el diseño de la portada del libro tiene que ir acorde con el tema de éste.

Para el diseño de un libro se deben tener en cuenta diversas consideraciones, en primer lugar se parte de la cantidad de letras del manuscrito, es decir el número total de caracteres, esto con la finalidad de pensar en el tamaño de las letras, páginas, los márgenes, así como las ilustraciones, portada e índices.

En caso de la publicación requiera de tablas, ilustraciones o mapas, deben ir acompañados de instrucciones indicando el tipo de letra que se requiera usar y el lugar en donde deben ir ubicadas.

La portada, el forro exterior, así como la página que inicia cada capítulo permiten al diseñador explotar su talento creativo; a través de la creación de una portada impactante y apropiada de acuerdo al contenido del libro el diseñador puede atraer al lector, pues puede despertar su interés por medio de ésta, de tal forma que el diseño del forro puede ser un factor determinante para el éxito o fracaso de un libro.

La labor del diseñador también consiste en decidir la composición tipográfica, es decir la técnica con la que serán compuestas las palabras, ya sea con máquina de escribir, por medio de computadores o dibujando letra por letra.

Así como el tipo de impresión, para ésta se toma en cuenta si el libro contiene o no ilustraciones, pues esto determinará el tipo de papel, así como si será a color o a una sola tinta, la tipografía empleada o la calidad requerida. 

En cuanto a la encuadernación se consideran los aspectos comerciales: los costos de producción, el precio al público y de promoción, es importante que tomen en cuenta los precios y el público al que vaya dirigido el libro, pues esto determinará si se requieren reducir los costos o no.

Bibliografía
Datus C. Smith “6. Diseño del libro",  en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.

lunes, 28 de marzo de 2011

Cuando los errores son imperdonables

Quizá cada que usted lee algún texto, ya sea un libro, periódico, revista o algo parecido, que tenga alguna falta de ortografía se preguntará quién habrá sido el culpable.  En casos como este en donde los errores se hacen evidentes en  miles de copias reproducidas, se recuerda la labor del corrector de estilo, aquel que pasa horas y horas tras un texto revisando que esté escrito correctamente y que tenga una escritura gramatical lógica.

En el texto titulado “Correctores de estilo” publicado en la revista Quehacer editorial, Camilo Ayala Ochoa destaca la función de estos personajes, la cual pasa inadvertida a menos de que algún error los ponga en evidencia. Además que plantea algo que me parece fundamental y que desde mi punto de vista dificulta esta tarea, el hecho de respetar al autor, es decir, no alterar las ideas de éste y no cambiar el sentido en el momento de corregirlas.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como editora de libros tiene un tiraje anual que sobrepasa el millón y medio de ejemplares, según lo señala Ayala Ochoa, por lo que se sitúa como una institución que forma además de estudiantes, a editores, correctores de estilo, diseñadores y traductores, ante tal cantidad de textos editados.

Alejandro Zenker en el texto “Día del corrector: de cómo se puede vivir sin correctores, pero qué siguen siendo imprescindibles” señala que con el desarrollo de la tecnología y la rapidez para la publicación de un libro, la labor del corrector se ha devaluado. Actualmente se escriben enormes cantidades de textos y tal parece que no alcanzan correctores de estilo para corregirlos, si bien la tecnología los ha ayudado a su labor, no la sustituye.

Bibliografía:
Ayala Ochoa, Camilo, "Correctores de estilo", en Quehacer editorial, núm. 8, p. 7 - 22.
Zenker, Alejandro, "Día del corrector, de cómo se puede vivir sin correctores, pero por qué siguen siendo imprescindibles" en Quehacer editorial, núm. 8, p. 23 - 27. 


miércoles, 2 de marzo de 2011

De cómo materializar una idea en un libro

La enorme tarea de un editor, de acuerdo con Datus C. Smith en Guía para la publicación de libros, no sólo cosiste en prever gastos y ganancias para su casa editorial, sino que con la finalidad de dar un buen servicio a los lectores tiene la función de encontrar los mejores manuscritos, además de estimular la creación de éstos. 

Un manuscrito debe ser evaluado por el editor, si usted desea publicar un libro, antes de enviar un texto a una empresa editorial debe tener en cuenta la linea editorial de ésta, es claro que un libro de medicina no será publicado por una empresa que edita libros de cocina, por ello este aspecto es fundamental.

Si el manuscrito pasa la prueba esté será leído por todo el equipo editorial, para intentar determinar si su texto es bueno y viable como para ser impreso. De ser necesario, su texto puede ser evaluado por un consultor, quien a cambio de determinada cantidad, se encargará de evaluar el escrito en cuanto al estilo literario u otras cuestiones.

La labor del editor es difícil, pues necesita tener el olfato para evaluar qué textos podrían tener un futuro en el mercado, para su función se valen de diversas herramientas, como de la opinión del personal de la editorial, así como buscadores de textos quienes están atentos a nuevas creaciones, es importante tener sensibilidad, pues no siempre estamos frente a un García Márquez o el próximo Juan Rulfo.

Los premios literarios que son otorgados a algunos autores, pueden atraer la atención de los lectores, por ejemplo cuando Vargas Llosa ganó el Premio Nobel, mucha gente se acercó a sus libros, en muchas ocasiones los premios son organizados por la misma editorial, como es el caso de Alfaguara, cuyos ganadores han sido Xavier Velasco, Laura Restrepo, Luis Leante, entre otros y que estos estímulos ayudan a incrementar ventas.






Bibliografía
Datus C. Smith “4. Desarrollo editorial: de la idea al libro",  en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.

viernes, 18 de febrero de 2011

Los libros en números

En muchas ocasiones, los lectores asistimos a una librería, preguntamos por un libro, lo compramos, nos quejamos, o bien agradecemos el precio por poder llevarlo a casa, sin embargo, puede que no nos pongamos a pensar cómo se determina su costo.


Según Datus C. Smith, en Guía para la publicación de libros, uno de los aspectos fundamentales para que la publicación de un libro sea una realidad es el aspecto financiero y es una cuestión que el editor tiene que tener presente dentro de su ya importante labor, pues debe calcular el precio fijo de una obra, cantidad que debe incluir los gastos que conlleva su realización.

Como todo negocio, si así se le puede decir a la labor de publicar un libro, se debe estimar los costos que implica, incluyendo los pagos a la imprenta, de comercialización, pago de derechos de autor, de promoción, entre otros.

Muchas veces se tiene una idea errónea para calcular los ingresos totales por la venta de los libros, se parte de multiplicar el número del tiraje por el precio de la obra, pero la fórmula no es tan sencilla, pues intervienen otros aspectos, como el precio al público, la cantidad de ejemplares vendidos, los descuentos a las librerías y los costos por la comercialización.

De nuevo, la labor del editor juega un papel importante, pues éste tiene que tener la capacidad para estirar las cantidades, disminuir los precios del libro y obtener las mayores ganancias, teniendo en cuenta una de las claves básicas: el hecho de aumentar la cantidad de ejemplares reducirá los costos por unidad, aunque el tiempo en que éstos se vendan es relativo.


Bibliografía
Datus C. Smith “Proceso de publicación de un libro. Aspectos financieros",  en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.

miércoles, 16 de febrero de 2011

¿Cómo un libro llega a tus manos?

La receta no es fácil, el proceso entre la producción de un libro y el momento en que éste llega a manos de usted, amable lector, hay un esfuerzo conjunto, en donde cada miembro que interviene en la creación de éste desempeña un papel específico y su labor es indispensable, ya sea la del editor, autor, vendedor o impresor.

Para que un libro sea una realidad, de acuerdo con lo planteado por Datus Smith en Guía para la publicación de libros,  en primer lugar se requiere del autor, un individuo que desee comunicar sus ideas a través de un texto.

Estas ideas llegan a las manos del editor, cuya labor es de suma importancia, en él recae la responsabilidad de recibir el manuscrito del autor, hacer las correcciones pertinentes, llevarlo con el impresor  y posteriormente distribuir los manuscritos en librerías, para que estén al alcance de lectores.

También interviene el impresor, quién hace la composición tipográfica, encuadra la edición y devuelve la obra ya impresa al editor. 

Una vez que el libro ha sido impreso, éste llega al penúltimo eslabón de la cadena, a las manos del vendedor, quién pone al alcance de los lectores las obras e intenta mantener un surtido de libros para que se adapten a los intereses de éstos.


Y es así como los libros aguardan en las librerías, o bibliotecas, esperando caer en el último eslabón de la cadena, los lectores, cuya única función es leer y disfrutar de su contenido.







Bibliografía
Datus C. Smith, "Guía para la publicación de libros" y "Socios en el mundo de los libros", en Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES, México, 1991.

jueves, 10 de febrero de 2011

A tan sólo un click de lo digital


El desarrollo tecnológico ha avanzado a pasos agigantados, estamos en una época en la que cada vez es más fácil acceder a la red y en donde las prácticas de escritura y comunicación están cambiando con el desarrollo de la tecnología.

De acuerdo con Daniel Cassany, en el texto "De lo analógico a lo digital. El futuro de la enseñanza a la composición" del desarrollo del habla en los seres humanos se derivan diversos hechos de suma importancia para la humanidad, como es la escritura, años más tarde la invención de tecnologías del habla y medios de comunicación y posteriormente un desarrollo tecnológico cada vez mayor, que ha transformado y facilitado nuestras actividades.

Y es que el soporte digital ha permitido cosas que en épocas anteriores serían inimaginables, como es el hecho de conversar instantáneamente con personas que se encuentran al otro lado del mundo, crear comunidades virtuales sin la necesidad de trasladarse de algún lugar a otro o el simple hecho de estar a tan sólo un click de mandar un correo electrónico.

Si bien los soportes analógicos todavía son de suma importancia en la actualidad, como es el caso de los libros, las revistas o el papel, lo digital ha ido cobrando importancia en las sociedades y ha ido expandiéndose paulatinamente transformando y facilitando la vida y actividades de los seres humanos.

En cuanto a lo discursivo, el soporte digital ha roto la linealidad de los discursos a través del desarrollo de la hipertextualidad, desplazando el clásico texto unidireccional, ahora es posible acceder a gran cantidad de información y se han desarrollado herramientas que cada día hacen más fácil la tarea de escribir un texto.

Sin embargo, aún quedan algunos pendientes en el camino, muchos países no cuentan con la infraestructura suficiente para que toda su población tenga acceso a Internet o computadoras, por ejemplo, aunado a esto hace falta alfabetización digital, es decir, proveer a los individuos de las habilidades necesarias para acceder y familiarizarse con este entorno digital que poco a poco ha transformado nuestras vidas.

Bibliografía: 
Daniel Cassany, "De lo analógico a lo digital. El futuro de la enseñanza de la composición" en Revista Latinoamericana de Lectura, año 21, junio de 2000, núm. 2, pág. 11. 

jueves, 3 de febrero de 2011

Elogio (innecesario) de los libros

En el texto titulado Elogio (innecesario) de los libros, ponencia presentada durante el Congreso Nacional de Lectura en 2004, Carlos Monsiváis hace una relación sobre cómo la globalización afecta el proceso de lectura, destacando las consecuencias de las industrias culturales norteamericanas que dictan a la población qué leer, tal es el caso de los betsellers o los libros de superación personal, obras que en muchas ocasiones se encuentran en las listas de los libros más vendidos.

Asimismo, Monsiváis plantea diversos beneficios de la lectura: nos lleva a imaginar otros escenarios, además que enriquece el lenguaje, pues introduce nuevos términos que pueden ser desconocidos, es una puerta al conocimiento. 

El gobierno ha implementado diversas campañas con el fin de promover la lectura entre la población, tal es el caso del programa "Para leer de boleto en el Metro" promovido por el gobierno capitalino o el  de la Secretaría de Educación Pública que busca fomentar que los niños lean diariamente durante 10 minutos, sin embargo el autor destaca algo muy interesante, los gobernantes no acostumbran leer debido, entre otras cosas, a la falta de tiempo.

Otro de los puntos fundamentales de la lectura es el relacionado con la educación en México,  por un lado subraya la incapacidad de las escuelas para actualizar los métodos de enseñanza, aunado a esto se encuentra la deserción escolar, así como el creer que un título universitario es garantía de una vida plena y con comodidades e incluso el crecimiento desmedido de estudiantes matriculados a ciertas carreras y los pocos campos de trabajo.

Una de las cuestiones fundamentales, tanto para la sociedad mexicana, como para los gobernantes es ¿Qué hacer para fomentar la lectura en la población? ¿Sólo es cuestión de reducir precios de libros, regalarlos en el metro o abrir muchas más bibliotecas para que la gente tenga acceso a éstos? Si bien estos aspectos son importantes, además de la implementación de programas por parte del gobierno, desde mi punto de vista también es fundamental  fomentar el amor por la lectura, el cual es un reto difícil, pues  es un proceso que lleva tiempo y es responsabilidad de todos.




Carlos Monsiváis: Elogio (innecesario) de los libros. Ponencia presentada en el 6o Congreso Nacional de Lectura, 2004, Fundalectura, Colombia.